miércoles, 26 de octubre de 2011

Este comentario es sobre la película Jinete de Ballenas, un filme por demás recomendado

“Sumergirnos a las profundidades de la realidad”
La cinta se desarrolla en un pequeño pueblo de Nueva Zelanda a orillas del mar. Una tribu cuya mitología venera a las ballenas, a las que consideran guías y vigilantes del pueblo. El líder es el que puede montarlas. Un anciano que confía en que el heredero del liderazgo de la cultura sería un varón descendiente de su familia. Pero encuentra frustrada sus creencias frente a la renuncia de su hijo a sucederlo, y ante la muerte de la esposa y del hijo mellizo varón de éste. Es su nieta Pai la que debiera ocupar el cargo, mas debido a que su condición de mujer, él veía como imposible que se diera esto.
Ciertamente esta película se presta para abordar diversos temas sociales y culturales de actualidad, y no sólo del presente, también pasados y por qué no futuros. Aquí ya encontramos una de las bondades del filme, su intemporalidad.
Las problemáticas que plantea pueden atribuirse tanto a sociedades antiguas y medievales como a las contemporáneas. Por ejemplo, el machismo arraigado en el patriarcado de los Maorí, específicamente en Paikea, el abuelo de Pai. Por otro lado, la diversidad de culturas, con costumbres y tradiciones ajenas a la nuestra. También podemos distinguir el deseo que puede tener cualquier persona miembro de una colectividad, de no seguir a su pueblo, de buscar otra forma de vida, en este caso tan distinta de la suya, como lo fue el padre de Pai, quien se dedicó a ser un artista en Europa.
Pero centrémonos en el machismo. En varios pasajes de la película se demuestra cierta segregación hacia la mujer. Cuando no le permiten hablar, o expresar su opinión, inclusive cuando le prohíben a Pai participar en el entrenamiento para “descubrir” al nuevo líder,  expresamente deja ver la discriminación sexista.
El desarrollo de esta ficción fusiona de manera exquisita la fantasía mítica con la realidad. En consecuencia, transporta al público a las profundidades del mar en el lomo de una ballena, pero a la vez lo sitúa en una de las realidades más actuales y dolorosas de la sociedad: el machismo. Sin embargo la cuestión no finaliza allí, en el machismo imperante. La protagonista, con mucha paciencia y perseverancia, logra superar esta barrera para convertirse junto con su abuelo en la líder que dirige al pueblo, pero con la aprobación y apoyo de todos los miembros de la tribu.